jueves, 31 de diciembre de 2009

SEGUNDA VENIDA JESUCRISTO LEVANTARA OLIVO DE ISRAEL

El primer olivo era y llegara a ser (el continente Europeo) ahora es el postrero.

El olivo postrero es y fue (en el continente Americano) Ahora es el primero.

Profecía de los dos olivos que son los dos Testigos. Que eran y llegan a ser.

En los últimos días dos profetas serán muertos en Jerusalén — Éstos resucitarán al cabo de tres días y medio — Cristo reinará sobre toda la tierra.

Apocalipsis 11:1 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y ase me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar y a los que adoran en él.

2 Y deja aparte el patio que está fuera del templo y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

3 Y daré poder a mis dos testigos, y ellos profetizarán durante mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.

4 Éstos son los dos olivos y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra.

5 Y si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir de la misma manera.

6 Éstos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quieran.

7 Y cuando ellos hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.

8 Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.

9 Y gente de todo pueblo, y tribu, y lengua y nación verá los cadáveres de ellos durante tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados.

10 Y los moradores de la tierra se regocijarán acerca de ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que moraban sobre la tierra.

11 Pero después de tres días y medio, el espíritu de vida enviado por Dios entró en ellos, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.

12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.

13 Y en aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número como siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron y dieron gloria al Dios del cielo.

14 El segundo ¡ay! ha pasado; he aquí, el tercer ¡ay! viene pronto.

15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo que decían: Los reinos del mundo han venido a ser reinos de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará para siempre jamás.

16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios,

17 diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder y has reinado.

18 Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y también el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su convenio fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto y granizo grande.

. Apocalipsis 11:4 Estos dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que permanecen delante del Señor de la tierra. Estos dos testigos. Que eran y llegaran a ser, son de la familia dispersados de Israel. Y que son el maná escondido.

Los dos quórum de apóstoles de Jesucristo

Los dos olivos y los dos testigos, que son, y se habían convertido. Son los dos quórum de apóstoles, que Jesucristo estableció en Israel, en primer lugar. Y más tarde en las Américas. Cuando se refirió a las otras ovejas.

JESUS HABLA DE OTRAS OVEJAS

Juan 10: 1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

2 Pero el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca.

4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

8 Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y salteadores, mas no los oyeron las ovejas.

11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.

12 Pero el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo, y deja las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas.

13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

14 Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; a aquéllas también debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.

26 Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

Apocalipsis 2 17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del maná escondido. (Léase el libro del Mormón) Mas de mil años de Santas escrituras. Mas los libros rebelados por el propio Jesucristo. Para volver a levantar a su Iglesia, en el continente de América.

Debemos predicar para avisar a nuestros familiares, de la gran tribulación, que esta por venir, sobre toda la tierra. Y Dios glorifica a su hijo Jesucristo. El cordero de Dios y se separara a las personas, como se separa a las ovejas de las cabras.

Profecía referente a las otras ovejas. Los dispersados de Israel

El juicio de Jerusalén comprenderá el hambre, la pestilencia, la guerra y la dispersión de sus habitantes.

Ezequiel 1 Y tú, hijo de hombre, toma una espada aguda, toma una navaja de barbero y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; toma después una balanza de pesar, y divide los pelos cortados.

2 Una tercera parte quemarás en el fuego en medio de la ciudad cuando se cumplan los días del asedio; y tomarás otra tercera parte y golpearás con la espada alrededor de ella; y la otra tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré la espada en pos de ellos.

3 Tomarás también de allí unos pocos en número y los atarás en el borde de tu manto.

4 Y tomarás otra vez algunos de ellos, y los echarás en medio del fuego y en el fuego los quemarás; de allí saldrá el fuego a toda la casa de Israel.

5 Así ha dicho Jehová el Señor: Ésta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras a su alrededor.

6 Pero ella se ha rebelado contra mis juicios con más maldad que las naciones, y contra mis estatutos más que las naciones que están a su alrededor; porque han desechado mis juicios y no han andado en mis estatutos.

7 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por haberos multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis estatutos ni habéis guardado mis juicios. Ni aun según los juicios de las naciones que están alrededor de vosotros habéis hecho.

8 Así, pues, ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones.

9 Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones.

10 Por eso los padres se comerán a sus hijos en medio de ti, y los hijos se comerán a sus padres; y haré en ti juicios y esparciré a todos los vientos todo lo que quede de ti.

11 Por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, ciertamente por haber profanado mi santuario con todas tus vilezas y con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también; mi ojo no perdonará ni tampoco tendré yo misericordia.

12 Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y otra tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y otra tercera parte esparciré a todos los vientos y tras ellos desenvainaré la espada.

13 Así se consumará mi furor, y saciaré en ellos mi enojo y tomaré satisfacción; y sabrán que yo, Jehová, he hablado en mi celo, cuando consuma en ellos mi enojo.

14 Y te convertiré en ruinas y en oprobio entre las naciones que están alrededor de ti, a los ojos de todo el que pase.

15 Y serás oprobio, y escarnio, y escarmiento y espanto a las naciones que están alrededor de ti, cuando yo haga en ti juicios con furor, y con ira y con reprensiones de ira. Yo, Jehová, he hablado.

16 Cuando arroje yo sobre ellos las siniestras saetas del hambre, que serán para destrucción, las cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros y quebrantaré vuestro sustento de pan.

17 Enviaré, pues, sobre vosotros hambre y bestias feroces que te dejarán sin hijos; y pestilencia y sangre pasarán por en medio de ti, y traeré sobre ti la espada. Yo, Jehová, he hablado.

Los dos palos.- Dos Testimonios.

Ezequiel 15 Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

16 Y tú, hijo de hombre, toma ahora un palo y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel, sus compañeros. Toma después otro palo y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel, sus compañeros.

17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.

18 Y cuando te hablen los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos explicarás qué quieres decir con eso?

19 Diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel, sus compañeros, y los pondré con él, con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano.

20 Y los palos sobre los que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos;

21 y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra.

22 Y haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel; y un mismo rey será el rey de todos ellos; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos.

23 Y no se contaminarán ya más con sus ídolos, ni con sus abominaciones ni con todas sus transgresiones; y los salvaré de todos los lugares en los cuales han pecado, y los purificaré; y serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

Bendiciones de Jacob

Génesis 49:22 Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro.

23 Y le causaron amargura, y le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros;

24 mas su arco se mantuvo firme, y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel),

25 por el Dios de tu padre, el que te ayudará, y por el Omnipotente, el que te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y de la matriz.

26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del consagrado de entre sus hermanos.

Restauración del Olivo de Israel

Árbol común en Israel e importante recurso agrícola de las tierras bíblicas. Se cultiva por su madera, su fruto y su aceite. En las Escrituras, se hace alusión al olivo con frecuencia para simbolizar la casa de Israel.

Se compara la casa de Israel a un olivo, cuyas ramas serían desgajadas y esparcidas, 1 Ne. 10:12 (1 Ne. 15:12). El Señor compara la casa de Israel a un olivo cultivado, Jacob 56. José Smith llamó a la revelación de la sección 88 la “Hoja de Olivo”, DyC 88: Encabezamiento. Un noble les dijo a sus siervos que fueran a la viña a plantar doce olivos, DyC 101:43–62.

Referencias

1.

1 Ne. 10: 12 Sí, mucho habló mi padre acerca de los gentiles y también de la casa de Israel, que se les compararía a un olivo, cuyas ramas serían desgajadas y esparcidas sobre toda la faz de la tierra.

2.

1 Ne. 15:12 He aquí, os digo que la casa de Israel fue comparada a un olivo por el Espíritu del Señor que estaba en nuestro padre; y he aquí, ¿no hemos sido desgajados de la casa de Israel? ¿No somos nosotros una rama de la casa de Israel?

DyC 101: 43-62 La parábola del noble y los olivos representa las dificultades y la redención final de Sión.

43 Y ahora os manifestaré una parábola para que sepáis mi voluntad en cuanto a la redención de Sión.

44 Cierto noble tenía un terreno muy escogido; y dijo a sus siervos: Id a mi viña, sí, a ese terreno tan escogido, y plantad doce olivos;

45 y poned centinelas alrededor de ellos, y edificad una torre para que uno vigile el terreno circunvecino y sea el atalaya, a fin de que mis olivos no sean derribados cuando venga el enemigo a despojar y tomar para sí el fruto de mi viña.

46 Entonces los siervos del noble fueron e hicieron lo que su señor les mandó. Plantaron los olivos, los cercaron de vallado, pusieron centinelas y comenzaron a construir una torre.

47 Y mientras todavía estaban poniendo los cimientos, empezaron a decir entre sí: ¿Y qué necesidad tiene mi señor de esta torre?

48 Y consultaron ellos entre sí largo tiempo, diciendo: ¿Qué necesidad tiene mi señor de esta torre, siendo ésta una época de paz?

49 ¿No se pudiera dar este dinero a los cambistas? Pues no hay necesidad de estas cosas.

50 Y mientras discordaban entre sí, se volvieron muy perezosos y no hicieron caso de los mandamientos de su señor.

51 Y llegó de noche el enemigo, y derribó el cerco; y los siervos del noble se levantaron atemorizados y huyeron; y el enemigo destruyó sus obras y derribó los olivos.

52 Ahora, he aquí, el noble, el señor de la viña, visitó a sus siervos, y les dijo: ¡Cómo! ¿Qué ha causado este grave daño?

53 ¿No os precisaba haber hecho lo que os mandé y —después de haber plantado la viña, construido el vallado alrededor y puesto guardas en los muros— haber edificado también la torre, colocado un atalaya en ella y vigilado mi viña para que el enemigo no os sobreviniese, en vez de quedaros dormidos?

54 He aquí, el atalaya de la torre habría visto al enemigo cuando todavía estaba lejos; y entonces habríais podido prepararos y evitar que el enemigo derribara el vallado, y salvar mi viña de la mano del destructor.

55 Y el señor de la viña dijo a uno de sus siervos: Ve y junta al resto de mis siervos, y toma toda la fuerza de mi casa, mis guerreros, mis jóvenes y también los de edad madura entre todos mis siervos, los cuales constituyen la fuerza de mi casa, salvo los que he indicado que permanezcan,

56 e id luego a la tierra de mi viña y redimid mi viña, porque es mía; la he comprado con dinero.

57 Id, pues, inmediatamente a mi tierra; derribad los muros de mis enemigos; echad abajo su torre y esparcid a sus guardias.

58 Y si se juntan en contra de vosotros, vengadme de mis enemigos, a fin de que en breve yo venga con el resto de mi casa para poseer la tierra.

59 Y dijo el siervo a su señor: ¿Cuándo sucederán estas cosas?

60 Y él contestó a su siervo: Cuando sea mi voluntad. Ve presto; haz todas las cosas que te he mandado;

61 y esto será mi sello y bendición sobre ti: Mayordomo fiel y sabio en medio de mi casa, gobernante en mi reino.

62 Y salió luego su siervo e hizo todo cuanto le mandó su señor; y después de muchos días todo se cumplió.

63 Y además, de cierto os digo, os mostraré mi sabiduría en cuanto a todas las iglesias, si es que están dispuestas a dejarse guiar de una manera recta y propia para su salvación,

64 a fin de que la obra de congregar a mis santos continúe, para que los establezca en mi nombre en lugares santos; porque ha llegado la hora de la cosecha, y es menester que se cumpla mi palabra.

MATEO 28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido os sentaréis también sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.

29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o esposa, o hijos o tierras, por mi nombre recibirá cien veces más y heredará la vida eterna.

30 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.